Aunque nos dejemos llevar por el marketing de grandes firmas, y nos desplomemos ante los grandes nombres, 2016 va a ser un año para caer enamorado de la moda juvenil, dejarse llevar por el momento y encontrar nuevos talentos en las escuelas de moda de nuestra comunidad, que los hay. Hoy en día es complicado hacerse un hueco en el mundo de la moda, pero la creatividad inunda las aulas de los mejores centros de aprendizaje y quizás, nos encontremos en un momento singular de nuevos ingenios.
Respecto al mundo de la moda flamenca, en 2015 comprendimos la importancia de la preparación académica, de la especialización en corte y patronaje, y en la elaboración de una historia que hilara una colección. Narrar tu forma de entender el traje de flamenca es el obstáculo más interesante que se le presenta a cualquier diseñador novel.
La semana pasada Simof cerró su convocatoria para presentar las colecciones que optarán a mejor novel, pero ¿estarán todos los jóvenes talentos del panorama actual?
Presentar una colección novel no es tarea fácil. Demostrar perspicacia, talento y buen juicio en diez trajes de flamenca es a veces una tarea impracticable (aunque Ernesto Sillero sea la excepción que modifica la regla). Un problema que encontramos a menudo en este tipo de colecciones, es que la inexperiencia hace exteriorizar todas las intenciones en forma de encajes, transparencias, flores, madroños y todo tipo de elementos decorativos que puedan llamar la atención del jurado.
El adjetivo “ponible” es algo que me divierte mucho, ya que se aplica a la prenda de vestir que es fácil de llevar puesta por ser cómoda o por combinar bien con otras prendas. Básicamente, no creo que el traje de flamenca sea fácil de llevar ni de combinar con otras prendas. Partiendo de esta base, leer en algunos artículos “La colección de tal diseñador … fue muy ponible” me parece muy desfavorable a las intenciones de cualquier diseñador.
Agárrense que vienen curvas, porque los nombres que hay sobre la mesa tienen grandes ideas y sobradas capacidades para resolver una gran colección. Contando también con los jóvenes triunfadores de 2015 que este año se estrenarán en pasarelas profesionales.
Lo primordial: Abandonar las reglas, escapar de adjetivos tipo “ponible”. Crear un leimotiv con peso, desarrollar tus propias ideas, no mirarte en el espejo de nadie, y contar una historia.
Mucha transparencia veo yo, Elena. No me gusta como tendencia, porque las mujeres parecen más cabareteras que flamencas. En mi opinión, se pierde la esencia del traje para convertirse en un vestido de fiesta ( deslumbrante, pero no flamenco).