Volantes noveles – Pasarela Jerez

Volantes noveles – Pasarela Jerez. En la pasada edición de la pasarela flamenca de Jerez pude disfrutar de un reñido concurso de jóvenes diseñadores.

¿Por qué digo reñido? Porque se alejó de concursos donde el ganador se presiente de forma previa. En Jerez todos los participantes dieron muestra de profesionalidad y originalidad de igual modo, cada uno a su manera.

Un concurso que se descubrió interesante tanto para público como para jurado. Todas las propuestas se exhibieron cerradas al detalle por cada participante. Maquillaje y complementos jugaron un papel especial. ¿Empezamos el repaso?

• Amalia Vergara: La sevillana presentó seis propuestas en dos tonalidades claras: rosa y vainilla. Titulada “Perdiéndome en el tiempo” estuvo inspirada en el cambio que ha sufrido el Monasterio de la Cartuja de Sevilla, sede hoy del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.  Los volantes construían grandes volúmenes en mangas, escotes y faldas.

• Antonio Arcos: Esta colección, “El cantaor de México” estuvo inspirada en México, en su folklore, en la Santa Muerte y en Frida Kahlo. (La pintora ha estado muy presente este 2018 en las colecciones de moda flamenca).  El neopreno y el terciopelo, estuvieron acompañados a tonos arriesgados como el amarillo o el blanco. Antonio añadió muchos detalles a sus cuerpos: aplicaciones de pedrería, flores y encajes. La propuesta estuvo dirigida a una mujer sexy y con ideas claras. Arriesgada y valiente, la propuesta fue una de las más aplaudidas.

• Alberto González & María Diego. Para la pareja “Nuestra esencia” era una versión del traje de flamenca más clásico. Sus diseños buscaron armonía en el caminar de la flamenca. El tejido protagonista fue el tul negro con flores bordadas en rojo, blanco y verde, y utilizando como base tejido politecno, en rojo, negro, blanco y verde sobre gasa blanca. No sorprendió demasiado, aunque dejó buen sabor de boca. Los detalles estuvieron muy bien cuidados (todo hay que decirlo).

• Slava: “Sevilla pop“. Según este novel, era una colección que añadía a la moda flamenca elementos de la moda urbana. El hilo conductor era el XXV aniversario de la Exposición Universal de Sevilla. La evolución del traje de flamenca. Los lunares tuvieron un especial protagonismo. La paleta cromática era armoniosa y funcionaba de forma perfecta.

• María Amador. La colección de María Amador nos transportó a Escocia, ya que la autora de estas piezas siente fascinación por la historia de este país. Cuadros escoceses se fundieron con los volantes. Cinturones cruzados y marcando la cintura. Tejidos muy bien argumentados. Cuadros escoceses con flores, rosas maquillaje, verdes y azules. El look de las modelos no dejaba un detalle en el aire.

• María Fernández. Su colección bebió de las tribus Kochis de Afganistán. Una referencia étnica donde utilizó los elementos decorativos más comunes como monedas, borlones, bordados artesanales etc. Con el título “Hochis”, María hizo uso de tonos intensos que aportaban aún más vitalidad a la colección. Tonos cálidos como el rojo y el mostaza, y el azul eléctrico. Una colección con fuerza, donde se utilizaron matices saturados, y siluetas que dieron todo el protagonismo a la silueta femenina.

• Pepa Mena. El título de una obra de Quintero, León y Quiroga, “La Niña de Fuego” es el título de esta colección que refleja una flamenca con mucha personalidad garra, personalidad y pasión; y que no dejó indiferente a nadie. La “Zambra”, interpretada en el año 1947 por Manolo Caracol y Lola Flores sirvió de telón de fondo para crear esta serie de vestidos llenos de carácter. Pepa combinó con la copla las estrellas del countr. Un estilo de  música tradicional sureña, con influencias de otros tipos de música popular derivada de la música folklórica de los inmigrantes británicos. La colección se alzó ganadora del certamen. Con aires setenteros y pinceladas rockeras. Como inspiración, según la propia novel, los trajes de Nudie Cohn, diseñador de la indumentaria de las estrellas del Rock and Roll.

• Rocío Merino. Los “jardines de los sentidos” era el título de esta colección que se inspiró en los patios andaluces. La estética de estas piezas buscó actualizar la forma e imagen clásica de la mujer flamenca sin recurrir a grandes estridencias. Rocío pecó de sencillez y cobardía, presentando una serie de trajes de flamenca en matices rosas sin grandes juegos de volantes o volúmenes.

• Rocío Monserrat. Las raíces más puras de Andalucía, se combinaron con las últimas tendencias, trajes muy sensuales que resaltaron la silueta femenina. Combinados con el purismo de los antiguos vestidos de flamenca. “La invitada perfecta” rememora a las gitanas más antiguas y clásicas, a los aromas de Andalucía, a los aromas nuestros. Según Rocío: “Donde las mujeres van a una fiesta, siempre con un toque que recuerda de donde venimos, donde están nuestras raíces“.

• Vanesa Castillo. “Esencia de abril” se inspiró en carteles, la mayoría antiguos, de la Feria de Abril sevillana. Con la intención de evocar  modelos de otra época, no tanto en la evolución del traje de flamenca sino en carteles que anunciaban tan maravilloso evento.

 

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Conclusiones: Fue un concurso donde se vieron propuestas muy bien argumentadas. Buena costura. Series de vestidos con una relación entre ellos. Las modelos desfilaron con looks completos: flores y complementos guardaban una conexión con la propuesta.

Destacar la selección de la organización de la Pasarela flamenca de Jerez. ¡Ojalá un concurso así en 2019!