Retomamos el ritmo después de un verano un tanto perezoso en lo que a redacción se refiere, y recuerdo que nos dejamos el repaso a los Noveles de Simof 2016 a medias. La convocatoria para 2017 aún no se ha publicado, pero ya os puedo adelantar que el panorama se presenta bastante diferente. Como sabréis, la próxima edición de Simof se celebrará en el nuevo auditorio de Fibes, y por lo pronto no se ha convocado concurso de noveles, pero los jóvenes creadores del panorama flamenco preparan colecciones para un desfile muy especial que seguro cambiará sus vidas.
Hoy continuamos el análisis al concurso de 2016 (podéis leer la primera parte aquí).
Sergy Garrido: presentó “New York” colección inspirada en la serie ‘Sexo en Nueva York’. El joven cordobés tomó prestados los looks de las cuatro protagonistas de la famosa serie americana creados por la estilista Patricia Field, adaptándolos al traje de flamenca. El resultado no fue muy novedoso, ni creativo. La temática arrasó con la colección, la inspiración le ganó la partida al diseñador que no terminó de desarrollar buenas ideas iniciales como el lunar en blanco y negro, mezclado con tonos muy saturados en tul. Y es que, quienes dedicamos nuestra vida a crear cosas de manera profesional (en este caso hablamos de diseño) debemos evitar copiar porque se espera que seamos originales. Sergy tiene bastantes aptitudes para poder impresionarnos en futuras ediciones, y espero que así sea.
- Mucho “Sexo en Nueva York”
Florencio Pérez: “Según cuenta la leyenda de Medina Azahara, Abderramán III prometió construirle la más bella y magnífica ciudad que sus ojos hubieran visto a Azahara, la mujer más hermosa de su harén”. El joven diseñador cordobés construyó interesantes looks de inspiración árabe a través de la leyenda de Medina Azahara. En las diez propuestas que pudimos ver sobre la pasarela había detalles muy bellos que llamaron la atención de los presentes: Faldas de panal de abeja, blusas de estampación árabe y mangas abullonadas, faldas de volumen interminable, bustiers con flecos… La flamenca se presentó con dosis extra de sensualidad y frenesí por las faldas voluminosas, algo diferente, algo exótico e interesante. Me quedo con la parte romántica y nostálgica de “Azahara” y con ganas de ver más…
- Talento en potencia. Faltó más conexión entre las propuestas.
José Raposo: “La amapola” fue una colección inspirada en los campos de Andalucía. Muy bien ordenada y planteada, el creador gaditano tenía claro desde el principio qué quería contar. El amarillo y el rojo protagonizaron la propuesta. Vestidos en tejido de raso con estampado de lunares, trajes en tejidos con estampado de cuadros, y complementos muy cuidados que evocaban la estética de las jornaleras y las vestimentas típicas para los trabajos del campo. Cerraron la colección tres trajes de flamenca en blanco y amarillo inspirados en las haciendas andaluzas. En todos los estilismos había nexos en común: el blanco sobre los cuerpos de las modelos, y el amarillo en las enaguas.
- Tenía todos los ingredientes para ser un éxito, creativa, fresca, original, y bien argumentada.
María Ávila: “Mestiza” responde al interés de la joven diseñadora por la indumentaria regional de países como México, China, India, Perú o Rusia. Sin duda fue la propuesta de más carácter y contenido, la más arriesgada en cuanto a patronaje y elección de complementos, bastante diferente a todo lo demás. Y es que esta joven gaditana nos tiene acostumbrados a presenciar grandes propuestas cuando van firmadas con su nombre. En esta ocasión: Los tonos tierra y azules orquestaron una serie de diseños que se construyeron a través de interesantes juegos asimétricos. Faldas cortadas a la cintura, volantes de gran vuelo y mangas sin desperdicio. Los sombreros y los pañuelos de origen peruano dieron el toque final a un gran trabajo.
- Mestiza, es una de esas colecciones para recordar.
Para los que os habéis quedado con ganas de más, podéis echarle un ojo a esta galería especial:
Me encantan los diseños de María Ávila. Es como inventarse un nuevo género dentro de la moda flamenca, siempre sorprende. Lo bonito de los diseñadores noveles es que arriesgan a toda costa y ver eso es maravilloso.